La fabula de la vaca

Ah medida que se han dado los cambios en este año, en particular por las reformas fiscales 2014 y en lo general para mi vida, por el nacimiento de mi hijo y en el negocio por los diversos cambios. Me puse a reflexionar en cuanto a que va hacer con mi vida este año que empieza, como afrontar estos cambios y que tan preparado y motivado estoy para afrontar nuevos retos, y es asi en medio de esa reflexion que me encuentro con esta "fabula".

“Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, viendo a lo lejos un sitio de apariencia pobre, decidió hacer una breve visita al lugar.
Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató que en el sitio habia mucha pobreza; los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Aproximandose al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:
¿En este lugar no existen señales de trabajo ni de comercio tampoco, como hacen para sobrevivir aquí?

El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaca que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada y demas productos para nuestro consumo, así es como vamos sobreviviendo. El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fué.

En el medio del camino, se dirigió hacia su fiel discípulo ordenandole: ve a buscar la vaca, llévala al precipicio de allí enfrente y empújala al barranco.
El joven espantado miró al maestro cuestionandole sobre el hecho de que la vaca era el medio de vida de esa familia. Pero al percibir el silencio absoluto del maestro, fué a cumplir la orden. Así que empujó la vaca por el precipicio y la vió morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.
Un día el joven cansado de por la culpa que le ocasionara acatar la orden de su maestro, decide regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba veía el lugar cambiado, todo muy bonito, con árboles floridos, habitado, con coche en el garaje de una gran casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia hubiese vendido el terreno para sobrevivir; aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que siguen viviendo aquí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con su maestro. Encantado con el lugar, le preguntó al señor (el dueño de la vaca):
¿Cómo había podido mejorar este lugar y cambiar de vida?

El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaca que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que ni siquiera sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.”

Ahora solo me queda encontrar esa vaca y explotar mis demas aptitudes y capacidades...