Si hablamos de Paris-Roubaix y de pave, no podemos separar del tema a uno de sus mejores estelares en los adoquines, claro, Tom Boonen, un ciclista que a sus 35 años de edad bien podría bajarse de la bici y ser considerado leyenda inmediatamente con sus cuatro títulos ganados, sin embargo y a pesar de venir de un 2015 con lesiones, quiere su quinto titulo en el infierno del norte.
“Esa es la única razón por la que sigo compitiendo”.
Tras una caída en Flanders y ocupar el puesto 15º detrás del que igualmente es un gran favorito para ganar, Sagan y Boonen se enfrentaran de nueva cuenta este domingo y tendrán no solo un duro recorrido de poco mas de 257km si no que tendrán a un demonio junto a ellos, quien hará lo imposible para finalizar con una victoria en su año de retiro, Cancellara.
Era en el año 2002 cuando el León de Flandes arribo al velódromo y Johan Musseuw atrás de el en un cierre muy ajustado, pero seguido de ellos llegaba un chico de apenas 21 años completando el podium, Tom quien? Eso era lo que surgía en ese momento. En sus días de secundaria ya se veía la grandeza de este ciclista, fue a los 14años cuando un niño belga se convirtió en hombre llegando a posicionarse como uno de los ciclistas de los monumentos mas destacados de todos los tiempos.
La edición 114ª de este año en Paris-Roubaix se predice como la del 2001, fangosa. Hasta ahora, en la temporada, no se han presentado carreras en situaciones similares en donde se enfrente Boonen con su competencia más inmediata.
Tepstra, Cancellara, Sagan, Boom, son algunos de los que estarán y vigilaran los movimientos de Boonen, esta clásica solo se puede describir de una manera, imperdible… Este domingo el infierno nos aguarda…
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